domingo, 18 de enero de 2009

Llegada a Ju Juy

Cerca de Ju Juy vimos una procesión de gauchos. Yo ya creía que allí todo el mundo iba con ese atuendo y encima de un caballo. Lo que no sabía es que en Ju Juy esos días se celebraba una fiesta gaucha, que nos pilló por sorpresa y la cual disfrutamos.



Ya de camino a Ju Juy, se veía que el paisaje era totalmente diferente a todo lo que habíamos visto hasta ahora. Subimos 1200 metros sobre el nivel del mar. Y nos adentramos tierra adentro y hacia el norte unos 1800 km. Desde Buenos Aires.
El paisaje era árido y seco, debido a la estación del año en la que estábamos, invierno. Pero estaba yo con la cabeza un poco al revés. Y el tiempo, me lo habían cambiado. Si al sur era invierno total, con nevadas, fríos polares, abrigos, bufanda y guantes, en ju juy nos esperaba una primavera inminente. Y Juana, claro
Tenía tantas ganas de conocer a Juanita, a Alicia y Clau, ya las había conocido el año anterior, cuando vinieron a Galicia y tuve el placer de conocerlas. Pero a Juana, después de unos 3 años chateando por el Messenger, aún no la conocía.
Llegamos a la estación de micros de Ju Juy, después de recoger las maletas y buscar en los bolsillos unas monedas para darle al mozo (Es importante esto eh, tener siempre unas monedas a mano) Apareció Juana. Abrazos besos, hubo complicidad y cariño desde el primer momento, como no podía ser de otra manera.
Enseguida nos metimos en un remix (Taxi) que nos llevó hacia su casa. Situada justo en el centro de la ciudad. Al principio, la primera impresión, que tuve de esa ciudad, era “Joer, donde nos hemos metido” Nada que ver con lo que durante esos días observé, una ciudad bulliciosa, desde primeras horas de la mañana, hasta bien entrada la noche.
La casa de Juana, por fuera, no dice lo que después es por dentro. Con un patio interior, y las habitaciones dispuestas alrededor de este.
Ese día se nos pasó hablando, riendo, y también hablamos, y reímos.
Nos presentó a su familia. Su marido y 3 hijos, ya que el mayor, estaba estudiando en otra ciudad.
Cuando me metí en cama, todo se movía a mi alrededor, aún mi cuerpo estaba dentro del micro.