domingo, 13 de septiembre de 2009

La bretaña II

El miércoles nos fuimos hacia el sur.
Zel se quedó en Cancale, y allá nos fuimos hacia Vannes. Cuando empezamos a organizar este viaje, queríamos que Vannes fuese nuestro pueblo base, no conseguimos una casa que se acomodase a nuestras necesidades. Y qué bien fue. Aunque Vannes es un bonito pueblo amurallado, con el matrimonio Vannes expuesto en la esquina de un restaurante (muy recomendable precio-calidad y trato al público) creo que se llamaba Valencia, no tenía el “aquel” de Cancale.
De Vannes nos fuimos a Auray, donde nos acordamos de Madamme Claudina, aquí también intentamos alquilar la casa que Claudina ofertaba, pero tuvimos una sorpresa cuando nos envió el contrato del alquiler. En fin, Auray, también tiene murallas, un bonito puerto, muy recogidito y resguardado. Pero el calor era insoportable, después de repostar líquidos, y andar, un poco, muy poco, por el puerto, allí en la esquina “viva la vida” (O algo así, bautizada por canela) esperamos que C fuese a buscar el coche, con Antonio* (No puedo olvidarme de Antonio) ¿Qué sería de nosotras sin C? Ir a buscar el coche, con el calor que hacía, allá arriba de todo… Cuanto se lo agradezco.
De Auray, nos fuimos a Carnac. Sólo tengo dos palabras para describir ese lugar “im presionante” ¿Cómo podían en aquella época hacer semejantes alineamientos de piedras?¿Cómo lograron que perdurasen a través del tiempo? Sin duda aquella región tiene algo mágico, telúrico. Imagino que los bretones tienen una mentalidad bastante supersticiosa, y por eso no movieron aquellas piedras, por si acaso.
De Carnal, nos fuimos a Malestroit, de esos pueblos con carácter, que dicen los franceses, y puedo decir, que si tiene carácter este pueblo. Las casas están ornamentadas con figuras que representan ¿Qué representar…..? Hay que ir para verlo. Una nota negativa del pueblo, allí en la plaza mayor, hay un bar de pueblo, el garçon, muy malestroinse era. 1ª no quiso indicarme dónde estaba la toilet , menos mal que un buen vecino, me indicó donde estaba, el se fue a ver si realmente estábamos en la terraza, o solo quería usar el baño, por cierto, bastante cutre, como todos en Francia, bueno casi todos, no vamos a generalizar. 2º Para que me cobrase, después de un buen rato llamándole, sólo me quedó decirle”Garçon sivuplé” tuvo que salir fuera de los límites territoriales de la terraza, que ya nos íbamos. Eso si, mucho más barato que en cualquier otro sitio. Hasta creí que se había equivocado.
Mucho carácter entre pueblo y habitantes.
En el camino de regreso, ya en el de ida, vimos que toda la zona, digamos del medio hacia el sur, está totalmente dedicada a Arturo, Merlín y sus leyendas, con el bosque del amor de Merlín. Yo creía que estas leyendas estaban limitadas a Bretaña, pero a La Gran Bretaña, ya que en Salsbury, creo que fue, vi la auténtica mesa redonda de Arturo y compañía (O al menos eso me dijeron)
Y al llegar a nuestra querida Cancale, allí estaba la mesa puesta, con una rica tortilla y una buenísima ensalada, hecha por Zel
Que bueno es estar de vacaciones.
To be continued
Como Zel se quedó, no tengo afoticas

5 comentarios:

Anónimo dijo...

a ver si se puede publicar comentario como anónimo,, creo que si

Anónimo dijo...

que Arnoia dijo...


Así que tú no tienes fotos ¿eh? ¿Qué pasó con tu cámara? Pues a ver si Canela nos pasa algunas, porque las figuritas de Malestroit (con gestos burlescos, de chufla, como de carnaval descocado), merecen la pena. Nos imaginamos un pueblo de esos que salen en las películas de realismo cómico de la postguerra, de esos donde todo va al revés.

Quizá por el calor, pero a mí Auray no me encantó. Me quedó un recuerdo como de postal, de foto fija, pero con vida poco interesante. La "joix de vivre", una cuesta desangelada e inhóspita, fue el lugar donde nos recogió Amorcito.

Y de los alineamientos... pues sí que es curioso que se hayan mantenido así, en medio de las fincas y de los pastos. Tendríamos que leer algo sobre eso... A mí lo de la acupuntura de la tierra creo que no me convence. :-)

Paz Zeltia dijo...

eso, eso, a dar envidia!
aunque con el calor que hacía, no sentí en todo el día ninguna envidia de vosotros... yo en mi pueblito pesquero, recorriendo el malecón cuando corría la brisa, observando, descansando, comprando, cocinando... si ya me sentía de allí.
hasta una señora que conocía de vista, me saludó cuando coincidimos camino de la boulangerie!

pero cuando volvísteis contando, un poquito de envidia, sí que me dísteis
:-)

Anónimo dijo...

Que seica Arnoia dixo:

¿Qué pasa por aquí, que non se ve nin lume nin fume?

saraiba dijo...

Ais si, oh, a ver si remato a bretaña ajajajaj
Grazas polo tirón de orellas